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miércoles, 2 de abril de 2008

HOYO DE MANZANARES - ROMPEPIERNAS 2007 02,04,2008

Piernas o Paciencia, una de las dos cosas hacen falta para completar la ruta que hoy he recorrido. Además de muchas ganas. Yo las tenía porque a pesar de que Sito está malito y me tocaba rodar solo, he salido a la aventura, aunque sin madrugar mucho esperando que subiera la temperatura y fuera mas agradable el paseo.
La excursión esta basada en la ruta de 2007 del Maratón Rompepiernas que durante varios años se lleva organizando en el serrano pueblo de Hoyo de Manzanares, y discurre por paisajes repletos de encinas, sabinas, piedras y roderas. Además de un agreste entorno, sorprendente tan cercano y tan salvaje.
Hay dos zonas bien diferenciadas, la primera al sur de la carretera Torrelodones-Hoyo, por la que ruedo de salida, discurre por una serie de pistas y senderos muy entretenidos, constantes cambios de dirección, regueros, peraltes y un constante sube y baja entre jaras y encinas. Algún regato de agua alimenta el verdor del fondo de los vallejos y alegra el esfuerzo.


































Un estrecho y rápido sendero serpentea por el fondo del barranco de la Trofa, entre abundante vegetación hasta desembocar en la parte trasera de las urbanizaciones de los Peñascales, desde donde toca ascender entre espesos jarales apenas florecidos hasta la carretera, muy cerca del Canto del Pico. Cañadas y pistas, sin dejar de subir, sin dejar de bajar, con un firme bueno pero lleno de irregularidades que distraen el rodar, hasta cruzar la carretera hacia al Norte.

Cambio casi radical de terreno, salvo algún tramo no muy largo de pista ancha, el resto es una red de senderillos que regatean entre los canchales pedregosos. Apenas hay restos de hierba, todo el terreno esta dominado por un autentico bosque de piedras, con encinas salpicadas aquí y allá, el camino a ratos pedregoso a ratos arenoso no da tregua, siempre requiere esfuerzo y atención. En el Barranco de Cura, junto a la Berzosa, me toca descabalgar y trepar entre un bello paisaje de grandes piedras.

Durante unos kms el camino deja un poco de descanso, que viene muy bien para afrontar la ultima parte porque la verdad es que voy notando bastante el esfuerzo y sé que todavía me queda salvar un fuerte desnivel. Ascenso a Peñaliendre, calor, cansancio, suelo pedregoso… pie a tierra bastantes tramos, por fin el Mirador del Diablo, ha merecido la pena. Si la subida ha sido un tormento, la bajada es un suplicio, sobre todo en su primera parte tiene muchos tramos técnicos y tengo que bajar con mi habitual "prudencia" y un poco mas, encima voy solo y no es el mejor sitio para tener una caída tonta así que sufro mas que disfruto, tendré que volver otro día acompañado así seremos mas andando.



La caminata ha sido definitiva para mi cuerpo, ya solo me queda circular con relajo y tranquilidad, que no siempre es posible, aunque todavía me queda espíritu para no cortar antes de tiempo y hacer el tramo que circunda el pueblo por la ladera de la sierra, con algún tramo de fuerte subida y un largo descenso hasta el final de la aventura.
Absolutamente recomendable tanto deportiva como paisajisticamente.

2 comentarios:

  1. Rompepiernas???

    bah!

    Después de la quebrantahuesos esto no es na! ;)

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  2. Me encanta como relatas la ruta, yo la vivo de otra manera porque me gustan sobre todo sus bajadas, pero tu narración invita a pedalear por la zona.
    Gracias.

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