Amanece otro luminoso día de este largo otoño, cielo azul y temperatura agradable. Apetece montar en bici.
Primero una rápida y divertira bajada hasta Navalafuente, para después trepar con tranquilidad por los caminos que nos llevan hacia Mirafloresc entre un intenso olor a jaras. Esto es vida.
Algún tramo pedregoso para entrentener el pedaleo y un largo y cómodo circular por las laderas del cerro del Pendón, con unas amplias vistas del valle del Guadalix. Fuente del Collado, a repostar.
Un gozoso entorno de piedras, verde y agua cristalina, para mi es como el zen.. me llena, nos anima la trialera de unos centenares de metros, después varias pistas para rodar tranquilo y llenar la retina con imágenes relajantes, con el Mondalindo al fondo, que nos esta llamando para una próxima ruta.
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