Ya estamos otra vez en la ruina, digo en la rutina. Vamos a ver que tal se pedalea sin alforjas.
Salimos del Meson del Puerto, que siendo como es un sitio como cualquier otro para salir no es como cualquier otro para llegar, aunque esta vez las tapas no eran de lo mejor, y eso que volviamos con un hambre de muerte.
Bueno empecemos por el principio, el día esta espléndido con una temperatura ideal para la bici con algo de fresquillo. De entrada una subida larguita pero cómoda hacia la Cuerda de la Parada por el valle de Lorenzo, al revés del sentido habitual y entrando por un vallejo nuevo a para nosotros y que es una gozada de bosque lo que hace subir tranquilos y relajados.
Desde la cumbre unas vistas maravillosas hacia las estribaciones de Gredos. Todavía subimos un poco mas hacia las antenas de Cabeza la Huerta, donde cruzamos dejando a la derecha un profundo valle. Descenso espectacular hasta las cercanias de la base de antenas de Robledo, donde tomamos el GR.10, divertido e intransitable en algunos tramos.
Por bosques de encinas y muchos regatos de agua crecidos con las ultimas lluvias atravesamos Colmenar del Arroyo y cruzamos por una zona de inmensas y solitarias dehesas hasta el rio Perales dirigiendonos hacia Villanueva de Perales y Villamantilla, pequeños pueblos rodeados de adosados por todas partes. Cuando terminen la nueva autovia esto va a ser el acabose.
Nuevos encinares nos acompañan mientras remontamos hacia Chapineria. Carteles de "prohibido abandonar el camino" adornornan la dehesa del pueblo ¿será para que no encontremos a los linces que se dice habitan por aquí?. Desde Navas del Rey y tras un largo llaneo por un rápido camino junto a la conducción de agua de Picadas, un abrupto descenso conduce hasta la orilla del pantano, por donde apresuradamente pedaleamos hasta nuestro objetivo final: un par de birras.
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